"LITERATURA Y PAZ
Se vive en guerra para sobrevivir, para escalar o triunfar en el trabajo, en el deporte, para conquistar un amor en contraposición a otro que desea la misma persona, y así podemos seguir enumerando infinidad de situaciones que nos van a ocurrir en el transcurso de nuestras vidas, entonces no podemos pretender que no haya un libreto para cualquier obra literaria que no puede estar exenta de algún conflicto, problema o conexión permanente con la guerra, es imposible separar estas dos palabras, ya que en todo momento existe guerra en cualquiera de sus acepciones, aun cuando hablemos de novelas de amor.
A diferencia de los autores de textos clásicos antiguos de guerreros como el Arte de la Guerra y el Libro de los cinco Anillos, que aceptan la inevitabilidad de la guerra y enfatizan la estrategia astuta como medio para llegar a la victoria Osensei Morihei Ueshiba comprendió que la lucha continua con otros, con nosotros mismos y con el medio circundante arruinaría El Planeta. "El mundo seguirá cambiando dramáticamente, pero la lucha y la guerra pueden destruirnos totalmente. Lo que ahora necesitamos son técnicas de armonía y no de enfrentamiento. Se requiere el Arte de la Paz y no el Arte de la Guerra."
Morihei Ueshiba enseñó el Arte de la Paz como una disciplina creativa del cuerpo y de la mente, como un medio práctico de manejarse ante la agresión y como un medio de vida que alimenta el coraje, la sabiduría, el amor y la amistad. Interpretaba el Arte de la Guerra en el sentido más amplio posible y creía que su principio de reconciliación, armonía, cooperación y empatía podía ser aplicado valerosamente a todos los desafíos que la vida nos presenta en las relaciones personales, en la interacción con la sociedad, en el trabajo y en los negocios y en la relación con la naturaleza. Todo hombre puede ser un guerrero por la paz.
Desde un punto de vista físico o mecánico, en un enfrentamiento de dos fuerzas ganará siempre la mayor, por lo tanto hay que evitar oponer la fuerza a la fuerza.
La no-resistencia no es tampoco una total pasividad o un absoluto dejar hacer al adversario, sino saber aprovechar su impulso y su desequilibrio en su propio perjuicio, siguiendo este principio dejará de tener importancia el que nuestro oponente sea mucho más fuerte que nosotros.
El Aikido es en esencia defensivo y sin intención de combate, este arte marcial no enseña la estrategia ofensiva.
Siempre uno debe tratar de defenderse con habilidad y maestría, como para no llegar a lastimar o hacer el menor daño posible a su agresor.
El resultado de la acción no se obtiene por la destrucción del agresor, sino por el restablecimiento del orden, una vuelta al equilibrio que hace que el agresor pierda su agresividad y su intención de atacar.
Aunque el Aikido se originó con Morihei Ueshiba en Japón, intenta ser un don para toda la humanidad.
Algunos han elegido, o elegirán en el futuro, el Aikido como su propio camino particular, practicándolo sobre los tatamis y aplicándolo a su vida cotidiana. Muchos más han sido y serán, inspirados por el mensaje universal del Arte de la Paz y sus implicancias para nuestro mundo.
ALGUNOS CONCEPTO DE MORIHEI UESHIBA (DEL LIBRO EL ARTE DE LA PAZ)
• El Arte de la Paz comienza contigo. Trabaja sobre ti mismo y con la tarea que te ha sido asignada en el Arte de la Paz. Todos tenemos un espíritu que puede ser refinado, un cuerpo que puede ser entrenado de cierta manera, un sendero conveniente para seguir. Estás aquí con el solo propósito de darte cuenta de tu divinidad interior y manifestar tu iluminación innata. Alimenta la paz en tu propia vida y luego aplica el Arte a todo lo que encuentres.
• Todas las cosas, materiales y espirituales, surgen de una misma fuente y están relacionadas como si formaran una familia. El pasado, el presente y el futuro están contenidos en la fuerza de la vida. El Universo emergió y se desarrolló desde una fuente única, y nosotros evolucionamos a través del proceso óptimo de unificación y armonización El Arte de la Paz es la medicina para un mundo enfermo. En el mundo existen el mal y el desorden porque la gente ha olvidado que todas las cosas emanan de una sola fuente. Regresa a esa fuente y deja atrás todo pensamiento auto centrado, todo deseo mezquino y toda ira. Aquellos que son poseídos por la nada poseen todo.
• La vida es crecimiento. Si detenemos el crecimiento, técnica y espiritualmente, somos tan útiles como cadáveres. El Arte de la Paz es la celebración del enlace del cielo, la tierra y la humanidad. Es todo lo verdadero, lo bueno y lo bello.
• Para practicar adecuadamente el Arte de la Paz debes: calmar el espíritu y retornar a la fuente. Eliminar toda malicia, egoísmo y deseo para limpiar el cuerpo y el espíritu. Sentir eterna gratitud por los dones recibidos del Universo, de tu familia, de la Madre Naturaleza y de tus semejantes.
• Toda vida es una manifestación del espíritu, la manifestación del amor. Y el Arte de la Paz es la
forma más pura de ese principio. Un guerrero es responsable de detener toda discusión y toda lucha. El amor universal funciona de formas diversas; a cada manifestación se le debe permitir libre expresión. El Arte de la Paz es verdadera democracia.
• Todos y cada uno de los maestros, sin importar época o lugar, recibieron la llamada y alcanzaron la armonía con el cielo y la tierra. Hay muchos senderos que llevan a la cima del monte Fuji, pero hay una sola cumbre: el Amor.
• La lealtad y la devoción hacen al valiente. La valentía conduce al espíritu de sacrificio. El espíritu de sacrificio genera confianza en el poder del amor.
• Tu mente debería armonizar con el funcionamiento del universo; tu cuerpo, con el movimiento del universo; cuerpo y mente formando una unidad que se unifica con la actividad del Universo.
• El entrenamiento diario en el Arte de la Paz hace que tu divinidad interior brille cada vez más. No te ocupes de lo bueno y lo malo de los otros. No estés haciendo cuentas, actúa con naturalidad. Mantén tu mente dirigida al Arte de la Paz, y no critiques otras enseñanzas o tradiciones. El Arte de la Paz no restringe, ni limita ni pone trabas a ninguna cosa. Lo abraza todo y todo lo purifica.
• Las técnicas del Arte de la Paz no son rápidas ni lentas, no están afuera ni adentro. Están más allá de tiempo y espacio.
• Cuando se adelanta un oponente, enfréntalo y salúdalo, si intenta retroceder, déjalo seguir su camino.
• El cuerpo debería ser triangular, la mente circular. Ser triángulo representa la generación de energía y es la postura física más estable, El círculo simboliza serenidad y perfección, la fuente ilimitada de técnicas. El cuadrado representa la solidez, la base del control.
• Trata siempre de estar en comunión con cielo y tierra, de este modo el mundo se presentará en su verdadero aspecto. La presunción se desvanecerá y podrás armonizar con cualquier ataque.
• Si tu corazón es amplio como para abarcar a tus adversarios, puedes ver a través de ellos y evitar sus ataques. Una vez que los has abarcado, serás capaz de guiarlos por el camino que cielo y tierra te han señalado.
• Agradece siempre, incluso las derrotas, las penurias y a las personas malas. Aprender a moverse con tales obstáculos es una parte esencial del entrenamiento en el Arte de la Paz.
• El fracaso es la clave del éxito. Cada error nos enseña algo.
• Nunca huyas de un desafío, pero no trates de eliminar o controlar a un oponente de manera antinatural. Deja que los atacantes se acerquen del modo en que quieran y mézclate con ellos. Nunca persigas a un oponente. Reorienta todo ataque y mantente firmemente atrás.".
FUNDACION AIKIDO ARGENTINA
Juan Tolone Shihan. 7° Dan Aikikai
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