Siempre noto algo. La lealtad al Maestro, a sus enseñanzas. Un Círculo cerrado, cuando siempre permanecemos ahí. Cómodos. El mundo del Aikido tiene muchas experiencias para compartir. Muchos maestros con distintas experiencias de práctica. Es muy enriquecedor conocer a esos maestros, a aquellos en los que nos sintamos identificados en la práctica. El Aikido es una búsqueda constante. Es muy fácil seguir un camino, sin cuestionar y sin girar la cabeza viendo lo que hay a nuestro alrededor. Y también es valido, no hacerlo. La búsqueda siempre es enriquecedora. El círculo cerrado es una muestra de lealtad muy loable. Y también limita la búsqueda y el aprendizaje de algo en donde el ser humano influye de manera determinante.
Novedades de nuestras sedes en Almagro, Palermo y Banfield.