Me tomé un tiempito paa ordenar mis ideas sobre este tema. Bien, quiero
dejar claro que los dos conceptos no van de la mano. El respeto y la
obsecuencia no son participes necesarios de una misma acción.
El respeto no debe incluir la obsecuancia, como una forma de exteriorizarlo. Y hay muchos que hacen de esa práctica una manera de mostrar respeto hacia sus superiores. Creen que así son más respetuosos hacia las enseñanzas de su sensei y hacia su figura.
De chico me enseñaron a saber descubrirlos. Y con el tiempo, debo reconocer con un poco de tristeza, a no quererlos cerca mío. Y hablo desde mi rol de practicante y de instructor.
El obsecuente, los hay en todos los ámbitos, siemrpe está dispuesto a ayudar sin que nadie se lo pida. Siempre está listo a defender una causa sin saber muy bien de qué se trata. Está dispuesto a escuchar y hablar cuando nadie se lo ha pedido. Es decir, no estoy confundiendo a la persona que es generosa de corazón. Que quede claro. Estoy hablando de aquél que siempre está dispuestro a alabar las acciones de su sensei (aunque muchas veces no entienda los porqué).
Y son gente brava. Debo admitirlo...no gozan de mi simpatía....Y suelen ponerme incómodo cuando ols tengo cerca.. Pero no los juzgo, sólo me alejo de ellos para que puedan seguir haciendo lo que mejor les sale, ser obsecuentes.
Repito. Los hay en todos lados. Y ahora mi pregunta es ¿ Por qué confunden respeto con obsecuencia? Puedo entender que exista la confusión entre admiración y obsecuencia....
Reseto para mi es saber que otro sabe más y aprender y valorar sus enseñanzas. Y defenderlas, no con palabras o con palabras lindas al oído sino con acciones. Soy respetuoso desde la acción, desde mi conducta, no por medio de mis palabaras. Pero, también sé que mis palabras pueden expresar descortesía y por eso tengo que ser cuidadoso de lo que digo y dónde lo digo. En público tego un rol que respetar. Soy instructor de la Federación Aikikai Argentina. Y mis palabras que se expresen en público deden mantener una cortesía de caballero. En privado, puedo ser más libre en la elección de mis palabras.
Siemrpe las palabbras que elija van a reflejar mi pensamiento, ya sea en público o en privado.
En mi caso, elijo mi conducta y mis acciones como una muestra de respeto. No soy de los que les gusta oir alabanzas. Y tampoco abundan en mi vocabulario.
Me río cuando algo es gracioso y no porque quede bien hacerlo.
Nunca doblé el hakama de mis maestros, puesto que ellos lo pueden hacer solos. Como yo lo hago.
En mi vobulario está el Si y el NO.
En mis gestos está la SONRISA y la MUECA.
El respeto no debe incluir la obsecuancia, como una forma de exteriorizarlo. Y hay muchos que hacen de esa práctica una manera de mostrar respeto hacia sus superiores. Creen que así son más respetuosos hacia las enseñanzas de su sensei y hacia su figura.
De chico me enseñaron a saber descubrirlos. Y con el tiempo, debo reconocer con un poco de tristeza, a no quererlos cerca mío. Y hablo desde mi rol de practicante y de instructor.
El obsecuente, los hay en todos los ámbitos, siemrpe está dispuesto a ayudar sin que nadie se lo pida. Siempre está listo a defender una causa sin saber muy bien de qué se trata. Está dispuesto a escuchar y hablar cuando nadie se lo ha pedido. Es decir, no estoy confundiendo a la persona que es generosa de corazón. Que quede claro. Estoy hablando de aquél que siempre está dispuestro a alabar las acciones de su sensei (aunque muchas veces no entienda los porqué).
Y son gente brava. Debo admitirlo...no gozan de mi simpatía....Y suelen ponerme incómodo cuando ols tengo cerca.. Pero no los juzgo, sólo me alejo de ellos para que puedan seguir haciendo lo que mejor les sale, ser obsecuentes.
Repito. Los hay en todos lados. Y ahora mi pregunta es ¿ Por qué confunden respeto con obsecuencia? Puedo entender que exista la confusión entre admiración y obsecuencia....
Reseto para mi es saber que otro sabe más y aprender y valorar sus enseñanzas. Y defenderlas, no con palabras o con palabras lindas al oído sino con acciones. Soy respetuoso desde la acción, desde mi conducta, no por medio de mis palabaras. Pero, también sé que mis palabras pueden expresar descortesía y por eso tengo que ser cuidadoso de lo que digo y dónde lo digo. En público tego un rol que respetar. Soy instructor de la Federación Aikikai Argentina. Y mis palabras que se expresen en público deden mantener una cortesía de caballero. En privado, puedo ser más libre en la elección de mis palabras.
Siemrpe las palabbras que elija van a reflejar mi pensamiento, ya sea en público o en privado.
En mi caso, elijo mi conducta y mis acciones como una muestra de respeto. No soy de los que les gusta oir alabanzas. Y tampoco abundan en mi vocabulario.
Me río cuando algo es gracioso y no porque quede bien hacerlo.
Nunca doblé el hakama de mis maestros, puesto que ellos lo pueden hacer solos. Como yo lo hago.
En mi vobulario está el Si y el NO.
En mis gestos está la SONRISA y la MUECA.
Comentarios