Siempre noto algo. La lealtad al Maestro, a sus enseñanzas.
Un Círculo cerrado, cuando siempre permanecemos ahí.
Cómodos.
El mundo del Aikido tiene muchas experiencias para compartir.
Muchos maestros con distintas experiencias de práctica.
Es muy enriquecedor conocer a esos maestros,
a aquellos en los que nos sintamos identificados en la práctica.
El Aikido es una búsqueda constante.
Es muy fácil seguir un camino, sin cuestionar y
sin girar la cabeza viendo lo que hay a nuestro alrededor.
Y también es valido, no hacerlo.
La búsqueda siempre es enriquecedora.
El círculo cerrado es una muestra de lealtad muy loable.
Y también limita la búsqueda y el aprendizaje de algo
en donde el ser humano influye de manera determinante.
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